Comúnmente, el fortalecimiento del cuádriceps es pautado como un ejercicio que toma papel protagonista cuando hablamos de ejercicio terapéutico en la rodilla. Es bastante habitual ver a personas con síndrome de dolor patelo-femoral (SDPF) sentados en una maquina extensora de rodilla bajo la prescripción de “fortalecer el vasto medial”. Normalmente, si quien pauto el ejercicio fue más especifico, podremos ver al sujeto únicamente realizando los últimos grados de extensión. Si alguien le pregunta ¿Por qué haces eso? Este responderá que le han mandado ese ejercicio porque en los últimos grados se activa más el vasto medial del cuádriceps.
Parece una pauta que, debido a la cantidad de tiempo que lleva conviviendo con los problemas de rodilla, se toma como un binomio inseparable (SDFP y extensiones de cuádriceps). Sin, embargo, como todo lo que lleva tiempo, suele tener matices en la actualidad. Matices que vamos a tratar de plasmar, para entender mejor algo que está tan extendido que, en pocas ocasiones se plantea desde un unto de vista crítico.
Empezamos…
¿Bajo qué justificación es pautado?
El SDFP es un cuadro clínico que hace referencia a un problema procedente de la articulación que conforma el fémur con la patela. Es la lesión por sobreuso más frecuente del MMII, abarcando aproximadamente el 22%.
Si hablamos de sobreuso, indudablemente tenemos que mencionar la palabra carga. En esta articulación prevalecen prácticamente de forma hegemónica las fuerzas compresivas. Como indica la Imagen 1, la fuerza de compresión en esta articulación puede verse condicionada principalmente por 2 factores: La fuerza de reacción y el área de contacto. Unas mayores fuerzas de reacción en un menor área de contacto se traduce en un incremento de la carga de compresión sobre esta articulación.

Imagen 1: La compresión de la articulación patelo-femoral depende de las fuerzas de reacción y del área de contacto.
Si echamos un ojo a la bibliografía, multitud de investigaciones se centran en valorar el movimiento de la rotula sobre los cóndilos femorales (patelar tracking), ya que el posicionamiento de la rotula sobre los cóndilos femorales determina en gran medida el área de contacto y con ello la carga sobre esta articulación. Si la rotula no se mueve correctamente, el área de contacto puede verse disminuida, lo que incrementará las fuerzas de compresión (tengo una misma F. De reacción, ahora repartida en un menor área de contacto).
En relación SDFP, es obvio que se haya intentado ver si quienes sufren este problema presentan un movimiento u alineamiento distinto al de los sujetos sanos. Varios estudios realizados con este propósito muestran que, los sujetos con SDFP tienen una tendencia incrementada hacia el deslizamiento lateral, rotación lateral y en algunos casos al incremento del tilt lateral.[1, 2] (imagen 2).

Imagen 2: Movimiento de la rotula en sujetos con SDFP. Adaptado de[2].
Pero ¿Qué tiene que ver esto con el cuádriceps?
Pues bien, el cuádriceps es el único músculo que se inserta directamente en la rotula, otorgándole potencial para moverla. Cuando extendemos la rodilla en cadena abierta (como en la maquina extensora), el implicado en desplazar la rotula lateralmente es el cuádriceps, ya que debido al valgo fisiológico, el vector de fuerza de este musculo ejerce una tracción en dirección lateral [3].
Esto se analizo en un estudio desarrollado por Jan en el 2009 [3]. 78 sujetos (con y sin SDFP) fueron distribuidos en 4 grupos basándose en el alineamiento de la rotula que presentaban en estático. Los grupos fueron los siguientes:
- Desplazamiento lateral.
- Tilt lateral + desplazamiento lateral.
- Tilt lateral.
- Alineamiento normal.
Después, se observaba que movimiento hacia la rotula cuando se producía una contracción del cuádriceps. El resultado fue que, en todos los grupos, el desplazamiento lateral se incremento debido a la contracción del cuádriceps (imagen 3). Por lo tanto, el cuádriceps es el principal implicado del desplazamiento lateral de la rotula cuando la pierna actúa en cadena abierta.

Imagen 3: Movimiento de la rotula cuando se contrae el cuádriceps. Como se observa, la rotula se desplaza siempre en dirección lateral independientemente de su alineamiento inicial. Adaptado de [3]
Con el fin de controlar este desplazamiento lateral, el cuádriceps se transforma en un músculo más complejo, cuyas acciones no se quedan únicamente en extender nuestra rodilla. En el entendimiento de esta complejidad aparece en escena el vasto medial oblicuo (VMO), el cual ha sido objeto de investigación debido a que la dirección oblicua de sus fibras le otorga potencial para estabilizar el desplazamiento lateral de la rotula (imagen 4).

Imagen 4: Vectores de fuerza del músculo cuádriceps.
Pues bien, debido a que la gente con SDFP tiene una tendencia al desplazamiento lateral y que el VMO puede controlar dicho movimiento, pues ¡ya tenemos dogma de fé!; “la gente con SDFP debe fortalecer el vasto medial”.
Como suele ser habitual, una vez más el populismo gana la batalla y miles de rodillas se suben a una maquina extensora de cuádriceps para tratar de mejorar sus dolores. Como siempre intentamos en el blog, vamos a abogar por el entendimiento, en lugar de guiarnos únicamente pos las “tradiciones”.
Por lo tanto, lo primero que debemos saber es:
¿Qué dice la ciencia en relación al binomio SDFP y VMO?
Pincha aquí para seguir leyendo el resto de la entrada.